viernes, 15 de junio de 2007

82-83: Los Spurs, campeones

Ni "consagración" de LeBron James y mucho menos buen baloncesto fue lo que generaron las Finales de la NBA que han convertido a los Spurs de San Antonio nuevos campeones después de imponerse 83-82 a los Cavaliers de Cleveland en el cuarto partido y ganar por barrida de 4-0 la serie al mejor de siete.

Parker y Ginóbili, geniales

De nuevo el protagonismo del base francés Tony Parker, elegido como Jugador Más Valioso (MVP) de las Finales y las genialidades del escolta argentino Manu Ginóbili han sido las claves que han decidido el triunfo en el cuarto partido.

Parker, con 24 puntos (10 de 14, incluidos dos triples en tres intentos), siete rebotes y una asistencia, fue el jugador que mantuvo a los Spurs al frente del marcador hasta la recta final de los últimos cinco minutos que fue cuando surgió la figura de Ginóbili, lo mismo que sucedió en el tercer partido.

Pero Parker, con promedios de 24,5 puntos y 57 por ciento de acierto en los tiros de campo, fue seleccionado MVP, para convertirse en el primer francés que lo consigue en la historia de la NBA y un jugador europeo. "Es un sueño hecho realidad, pero todo los compañeros hicieron un gran trabajo y logramos el gran objetivo de ganar el título", declaró Parker, que recibió también el abrazo y el beso de su prometido la actriz de televisión Eva Longoria en la mitad del campo al concluir el partido.

Antes, Ginóbili fue la gran figura que surgió en los últimos cinco minutos del cuarto periodo para anotar 13 puntos, de los 27 con los que concluyó el partido, mientras que su compatriota Fabricio Oberto también iba a ser factor con cinco tantos. Ambos jugadores argentinos fueron los rompieron el marcador cuando se encontraba empatado a 66-66 y menos de seis minutos para que concluyese el partido.

Ginóbili surgió con un triple demoledor para el 69-66 y le siguió Oberto con jugada de tres puntos, canastas y personal, nueva canasta que incremento la ventaja de los Spurs a ocho tantos decisivos (74-66). James consiguió un triple para el 74-69, pero de nuevo Ginóbili logró otra canasta que mantuvo la ventaja en siete punto, imposibles de superar en los últimos segundos por los Cavaliers.

Cuarto título

Los Spurs iban a ganar un partido después de haber estado más de cinco minutos sin conseguir un sólo punto al comienzo del cuarto periodo con una racha de 11-0 para los Cavaliers.

Pero lo único que importaba al final era el triunfo y concluir las peores Finales en la historia de la NBA que dejaron a los Spurs con el cuarto título de campeones desde la temporada de 1999, a pesar que su jugador estrella, el alero Tim Duncan, se quedase con sólo 12 puntos (4 de 15 tiros de campo y 4 de 10 desde la línea de personal), capturase 15 rebotes y perdiese seis balones.

Duncan, que en las tres Finales anteriores ganadas por los Spurs había sido el ganador del premio MVP, esta vez se limitó a ayudar a su equipo, que ante la poca calidad del rival no necesito del máximo de su esfuerzo.

Los Spurs, que ya saben lo que es ganar un título devaluado, lo fue su primero de 1999 cuando la temporada estuvo reducida por la huelga que protagonizaron los jugadores, también lo consiguieron en el 2003 y 2005.

Sólo otros tres equipos en la historia de la NBA han logrado cuatro o más títulos de liga y estos han sido las dinastías de los Celtics de Boston, Los Angeles Lakers y los Bulls de Chicago.

El entrenador de los Spurs, Gregg Popovich, que tiene 4 de 4 en las Finales de la NBA, dijo que no debían ser considerados como una dinastía, pero los títulos así se lo acreditan, aunque su juego y rival, en el caso de los Cavaliers, sea más que cuestionado.

Mientras que el veterano alero Robert Horry, el jugador que hizo posible que los Spurs eliminasen a los Suns de Phoenix, al protagonizar el incidente que costó la suspensión del pívot Amare Stoudemire y el francés Boris Diaw para el decisivo quinto partido de la serie, se convirtió en el octavo profesional que ha logrado siete anillos de campeón.

Horri consiguió los dos primeros con los Rockets de Houston, tres con los Lakers de Shaquille O'Neal y Kobe Bryant, y ya lleva dos con los Spurs. "Pienso jugar un año más y repetir el título con los Spurs", declaró Horry al concluir el partido, algo que podrán conseguir si el nivel de calidad que se da entre los equipos de la Conferencia Este no mejora de cara a la próxima temporada.

Finales decepcionantes

De hecho, ya se habla de crisis grave que han dejado las Finales de la NBA, ante la desigualdad que se da entre los equipos de la Conferencia Oeste y los del Este. Ni James, que era la esperanza para los Cavaliers en sus primeras Finales desde que llegaron a la liga hace 37 años y para los directivos de la NBA, pudo no sólo elevar el nivel de la competición sino no convertirla en la menos vista de toda su historia.

La estrella de los Cavaliers, a quien ya habían "coronado" anticipadamente como el nuevo Michael Jordan de la NBA, volvió a fallar en los momentos decisivos del partido y sus 24 puntos, 10 asistencias y seis rebotes no le sirvieron para nada al equipo. Especialmente, porque falló 10 de 30 tiros de campo y volvió a perder seis balones, incluido uno cuando faltaban menos de dos minutos para concluir el partido y el marcador señalaba una ventaja de tres puntos para los Spurs.

Si James no fue factor, a pesar de todos los favores que le hicieron los árbitros con sus penetraciones a canasta, que la mayoría era falta personal, el resto de sus compañeros lo hicieron peor como lo demuestra el 36 por ciento de acierto en los tiros de campo, una estadística que explica la barrida del 4-0.

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